¿Cómo afectará el Covid-19 al modo en el que consumimos? Y, ¿cómo afectará al modo en el que interactuamos con el habitat? ¿La nueva normalidad nos convertirá en seres más empáticos? El Covid-19 es el mayor reto con al que la humanidad se enfrenta en estos momentos. Nos afecta como sociedad, tanto como individuos. Todavía quedan tantas preguntas en el aire… Y hoy, me gustaría compartir algunas de mis reflexiones sobre cómo nos ha cambiado el coronavirus.
La economía circular es un tema muy popular actualmente y especialmente atractivo para los medios de comunicación. Para los profanos, la economía circular es un nuevo sistema económico que replica la naturaleza con su sistema infinito, donde los desperdicios de una especie se convierte en el alimento de otra y la energía proviene del sol. En cuanto algo muere los nutrientes vuelves a la tierra y ¡es un sistema que funciona! Lleva haciendo millones de años. Sin embargo nuestros sistema actual se basa en la economía lineal, en donde producimos – consumimos – desechamos. Cada vez que repetimos esta acción consumimos recursos que son limitados e incrementamos la cantidad de basura en nuestros vertederos.
Hace poco volví de la celebración del Explorer day en Portugal y ha sido una experiencia extraordinaria. Pero antes de contaros como fue, dejadme que os explique de qué va el Explorer…
Estamos a punto de decir adiós al 2018 y la mejor manera de hacerlo es asistiendo a una fiesta! En estas fechas hay muchísimas fiestas y celebraciones familiares y para mi, la mejor es nochevieja. Si este año quieres causar sensación en nochevieja escoge un vestidazo de segunda mano.
Las Navidades se han vuelto en el momento de un consumo desmesurado, y ya que dejar de regalar parece imposible. He creado una lista de alternativas sostenibles para regalar estas Navidades.
Durante nuestro día a día tenemos muchísimas cosas en la cabeza. Por esta razón, nuestro cerebro automatiza alguna de sus acciones. Es una manera de ahorrar energía para cosas más importantes o nuevas. Pero en este estado automático es muy difícil cuestionar nuestras acciones. Hay muchas pequeñas acciones que realizamos todos nuestros días que dañan el medioambiente y ni siquiera nos damos cuenta. Yo estoy intentando evitar este comportamiento tan irresponsable, y a la vez tan humano y cambiar pequeñas rutinas en mi vida.
El tiempo pasa y uno de los poco objetos que sobreviven son las joyas. Todas las mujeres tenemos una pieza que lleva en nuestra familia unas cuantas generaciones. Es por esta razón que comprar una nueva pieza debería ser una decisión muy meditada. Lo mejor es escoger piezas atemporales y si además añadimos la sostenibilidad a en la toma de decisión, pues mucho mejor!!
Arte y moda siempre han ido de la mano. El arte ha formado parte de la inspiración de la industria de la moda en innumerables ocasiones y algunas de las prendas más icónicas son claros ejemplos de esta estrecha relación. Como el vestido Mondrian de Yves Saint Laurent; el mono Warhol de Versace o las vírgenes bizantinas de la colección OI 2014 de Dolce & Gabbana. Puedes ver estos ejemplos en las siguientes imágenes.
Concienciar sobre los problemas medioambientales es el primer paso para resolverlos. Es esencial y el arte es una de las mejores herramientas para conseguirlo de una manera bella y con sentido. Probablemente esto es lo que pensó Anna Panic cuando decidió empezar el proyecto “Conscious”, consciente en castellano.
¡Los plisados son una parte intrínseca de la moda y a mí me parece que tienen una historia fascinante! Los tejidos plisados se remontan al antiguo Egipto, donde los faraones y aristócratas solían utilizarlos como un símbolo de poder y riqueza. Los plisado se realizaban a mano y posteriormente se extendía huevo sobre el lino para preservar los pliegues, pero cuando la tela se lavaba el plisado se desvanecía y todo el proceso debía comenzar de nuevo, haciendo de las prendas plisadas un auténtico lujo. Otra gran civilización que hizo de las prendas plisadas una de sus señas de identidad fueron los antiguos griegos. Todos tenemos en mente las bellísimas cariátides portando sus increíbles túnicas o quitones plisados.
