La industria de la moda, como cualquier otra, está en constante evolución. Para la gente externa puede parecer que la evolución está sólo en los colores o las siluetas, pero hay otra evolución que quizá no es tan obvia y es mucho más técnica y fascinante. Esta evolución, y a veces revolución, es el desarrollo de nuevos textiles. Hasta el siglo XX todas las telas disponibles procedían de las mismas fibras naturales que el ser humano lleva usando durante siglos, como son el algodón, el lino o la lana. En 1934 Wallace Hume Carothers y J. Hill desarrollan el Nylon, la empresa DuPont corporation (una empresa de productos químicos) tardó 4 años más en poder comercializar el producto. En los siguientes años, la industria de la moda sufrió una revolución en la que nuevos materiales sintéticos se añadieron a la ecuación. Casi un siglo después estas fibras sintéticas han invadido nuestros armarios igual que la mala hierba invade nuestro jardín. Dejando tras de si una estela de materiales producidos en masa, no biodegradables.
