¡Los plisados son una parte intrínseca de la moda y a mí me parece que tienen una historia fascinante! Los tejidos plisados se remontan al antiguo Egipto, donde los faraones y aristócratas solían utilizarlos como un símbolo de poder y riqueza. Los plisado se realizaban a mano y posteriormente se extendía huevo sobre el lino para preservar los pliegues, pero cuando la tela se lavaba el plisado se desvanecía y todo el proceso debía comenzar de nuevo, haciendo de las prendas plisadas un auténtico lujo. Otra gran civilización que hizo de las prendas plisadas una de sus señas de identidad fueron los antiguos griegos. Todos tenemos en mente las bellísimas cariátides portando sus increíbles túnicas o quitones plisados.
El lujo de portar prendas plisadas ha pasado de una civilización a la otra durante siglos, incluyendo las golas plisadas que se llevaban durante el Renacimiento o las bonitos plisados de los saris Indios, hasta que llegamos a principios del siglo XX y Mariano Fortuny comenzó sus estudios sobre los plisados. Cómo hasta ese momento todas las telas disponibles eran naturales, como el lino, la seda o el algodón, (recordad que los materiales sintéticos no estuvieron disponibles hasta la segunda mitad del siglo XX, como puedes leer aquí) los plisados desaparecían al contacto con el agua, una gran desventaja si tenemos en cuenta la cantidad de trabajo manual que requerían. Fortuny desarrolló una nueva técnica por la cual los pliegues permanecían en la prenda independientemente del agua aplicado durante el lavado. Gracias a este desarrollo la carrera de Fortuny estuvo plagada de éxitos y en la actualidad sigue considerándose uno de los grandes maestros de la historia de la moda. Su fórmula se mantuvo un secreto e incluso en la actualidad sigue siendo un misterio la manera con la cual Fortuny creaba plisados permanentes en tejidos de origen natural.
Vestido Delphos de Mariano Fortuny
Durante el siglo XX ha habido grandes innovaciones con respecto a la técnica del plisado y los plisados más sencillos y comerciales se realizan a máquina, mientras que los más complejos todavía los realizan los artesanos plisadores a mano. El proceso requiere mucho tiempo y es muy bonito, se utiliza un tipo de papel especial para crear el diseño, una vez la hoja de papel esta lista se crea una réplica, después el tejido se coloca entre las dos piezas de papel y se le aplica un “baño” de vapor hasta que el diseño se transfiere a la tela. Yo he visto el proceso en varias ocasiones y ¡es mágico! Actualmente, sólo las pieza de alta costura de se hacen a mano con el método tradicional.
Tras el trabajo de Fortuny, el diseñador japonés Issey Miyake ha encontrado un sin fin de inspiración en las técnicas de plisado. Su estilo geométrico he hecho del plisado su mejor aliado, creando formas en 3D e incluso jugando con el movimiento generado por los pliegues. Su trabajo ha tenido reconocimiento a nivel mundial, ¡varios libros dedicados a su obra y una exhibición en Tokio son ejemplos de ello!
Trabajo de Issey Miyake
El modelito de hoy muestra esta falda plisada que tengo desde hace años y me encanta. A veces me la pongo en versión midi, ¡como puedes ver aquí! Espero que os guste y que os haya parecido interesante la evolución de los plisados en la historia de la moda. Para mi, saber del esfuerzo y el desarrollo que conlleva cada una de las piezas de nuestro armario es suficiente para apreciar mi ropa de evitar el consumo excesivo de la pronto moda.
Plisando en la Maison Lognon en Francia
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Sandalias – Camper
Pañuelo – Muestrarios #Prestada #PequeñosNegociosLocales