La primera vez que compré una prenda de segunda mano tenía unos veintitantos y vivía en Londres, la capital del vintage! Pero de un modo u otro siempre he tenido prendas de segunda mano, tengo una hermana mayor y durante mi infancia era habitual heredar su ropa (por cierto, por aquel entonces no resultaba tan cool). Además nuestra madre era y es una mujer elegante y moderna, así que lucir alguna de sus prendas o accesorios siempre añade un algo especial a tu look.
Hoy llevo una de esas prendas que ya han sido amadas antes de llegar a mis manos. Esta preciosa falda de serraje fue una adquisición de mi tía con su primer sueldo a finales de los 80. Guardó esta falda durante muchos años, incluso años después de no usarla, el recuerdo de su primer sueldo y la independencia que ello conlleva le impedía tirarla, y años después me alegro de que no se deshiciera de ella! La falda llego a mis manos hace varios años y no hay ocasión en la que me la ponga y no reciba comentarios sobre lo bonita que es. Siempre que me la pongo intento combinarla con prendas simples y fáciles de llevar para dejar que la falda sea la protagonista.
Los zapatos monk strap que llevo son de Lottusse, una marca española que sigue realizando zapatos hechos a mano y producidos en España. Este par tiene más de 10 años y son como el buen vino, mejoran con el tiempo! Suelo combinarlos con faldas y vestidos, buscando la mezcla entre lo femenino y masculino (estoy segura que has visto a Alexa Chung conseguir un look perfecto con esta misma fórmula).
Por último, os habéis dado cuenta de que la camisa que llevo es el mismo vestido del post anterior? Como os prometí, este es otro modo de lucir el vestido y así poder llevarlo más de 30 veces!
Qué os parece mi look? Os gusta tanto como a mi?
Fotografía: Caroline Smith
Camisa – Muestrarios | Falda – Vintage | Zapatos – Lottusse | Bolso – Muestrarios